Ser padre o madre es un trabajo a tiempo completo. Entre cambiar pañales, preparar comidas, llevar a los niños a la escuela y atender sus necesidades, a veces puede parecer imposible encontrar tiempo y energía para hacer ejercicio. Sin embargo, la buena noticia es que no todo está perdido. Aunque puede ser un desafío, es absolutamente posible encontrar formas de incorporar la actividad física en nuestra vida diaria como padres y madres. Ahora exploraremos las dificultades que enfrentamos al intentar hacer ejercicio y compartiremos algunos consejos prácticos para ayudarte a lograrlo.
Acepta que tu salud es importante:
Como padres y madres, a menudo nos ponemos en segundo plano. Pero es crucial recordar que cuidar de nosotros mismos también es vital para cuidar de nuestros hijos. Hacer ejercicio regularmente no solo mejora nuestra salud física, sino que también nos brinda más energía y reduce el estrés. Al reconocer la importancia de nuestra propia salud, estaremos más motivados para encontrar tiempo para el ejercicio.
Planifica y establece prioridades:
La falta de tiempo es uno de los mayores obstáculos para hacer ejercicio como padres y madres. Pero recuerda, si algo es importante para ti, debes hacer tiempo para ello. Planifica tu semana con anticipación y encuentra huecos en tu agenda para dedicarlos al ejercicio. Establece prioridades y haz del ejercicio una de ellas. Puede ser madrugar antes de que los niños se despierten, aprovechar su tiempo de siesta o incluso involucrarlos en la actividad física.
Encuentra actividades que disfrutes:
El ejercicio no tiene por qué ser aburrido o monótono. Encuentra actividades que te gusten y que sean adecuadas para tu estilo de vida. Puede ser caminar, correr, hacer yoga en casa, bailar o cualquier otra actividad que te haga sentir bien. Al encontrar algo que disfrutes, será más fácil mantenerte motivado y comprometido a largo plazo.
Busca apoyo y compañía:
Hacer ejercicio como padres y madres puede ser más llevadero si lo haces en compañía. Busca a otros padres y madres que tengan intereses similares y que también estén buscando mantenerse activos. Pueden organizar salidas en grupo, formar un equipo de deportes o simplemente hacer ejercicio juntos en un parque. El apoyo mutuo y la responsabilidad compartida pueden marcar la diferencia.
Aprovecha los momentos cotidianos:
A veces, simplemente no hay suficientes horas en el día para dedicar un bloque de tiempo exclusivo al ejercicio. En esos casos, aprovecha los momentos cotidianos para mantenerte activo. Camina o usa la bicicleta para llevar a tus hijos al parque, juega activamente con ellos en el patio trasero o realiza pequeñas pausas durante el día para hacer estiramientos o ejercicios rápidos. Cada pequeño paso cuenta.
Aunque puede ser un desafío encontrar tiempo y motivación para hacer ejercicio como padres y madres, no es imposible. Al reconocer la importancia de nuestra propia salud, planificar con anticipación, encontrar actividades que disfrutemos y buscar apoyo mutuo, podemos lograr mantenernos activos y en forma.